Es cierto, hay vertederos, pero estos implican un gran desperdicio de material que podría ser reciclado y reutilizado. ¡Sin mencionar el impacto ambiental! La mejor solución siempre sigue siendo la misma: REUTILIZAR y RECICLAR en la medida de lo posible los residuos que se producen a diario en nuestros hogares.
Parecen dos términos muy parecidos, pero en realidad no lo son. La reutilización de un producto significa "restaurar la función del objeto antes de que se convierta en desecho", mientras que el reciclaje permite transformar el material con el que se fabricó un determinado producto para producir algo nuevo.
La reutilización es sin duda la mejor práctica entre los dos, ya que permite no aumentar la cantidad de residuos que se liberan al medio ambiente a diario; después de un simple proceso de limpieza, el producto se puede volver a utilizar.
El reciclaje, en cambio, para funcionar requiere que el sistema de recogida selectiva de residuos se lleve a cabo con rigor y responsabilidad por parte de todos.
Hay muchos materiales que se pueden reciclar; sin duda los presentes en mayor cantidad en nuestros hogares son el plástico, el papel y el cartón, el vidrio.
En cambio, las pilas, las bombillas y lo que se define como RAEE (residuos derivados de equipos eléctricos) merecen una discusión aparte.
En cuanto al plástico, papel y vidrio, es fundamental dividirlos correctamente en los contenedores adecuados y seguir las disposiciones de tu municipio de residencia en cuanto a su recogida. Así serán transportados en plantas predispuestas y descompuestos para obtener nuevas materias primas (y en algunos casos incluso combustibles fósiles como gas o petróleo).
Estos residuos deben eliminarse por separado y no junto con los residuos domésticos ya que contienen sustancias que pueden dañar el medio ambiente.
Siguiendo estas sencillas reglas podremos ayudar al medio ambiente evitando la dispersión de estas peligrosas sustancias. Si quieres saber más, te remitimos a nuestra página dedicada precisamente a este tema.
El término EPR significa "Extended Producer Responsability", que literalmente significa "Responsabilidad extendida del productor". La directiva europea 852/2018 tiene como objetivo sensibilizar a los productores de envases sobre los materiales utilizados para su producción y a los consumidores finales sobre su correcto reciclaje.
Todos los países europeos tendrán que adherir a la EPR para poder prestar servicios de recogida adecuados que permitan cubrir el 100% de los costes de recogida y eliminación de estos residuos. De esta forma será más fácil que los ciudadanos prevean también su correcto reciclaje.
Actualmente el EPR solo ha entrado en vigor en Alemania y Francia, pero para 2024 se extenderá a todos los países de la Unión Europea.
Todos, a nuestra pequeña manera, podemos hacer algo para mejorar el medio ambiente que nos rodea... ¡ayúdenos también, siga estas reglas simples!