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Responsabilidad Extendida del Productor (EPR)

A finales de 2024, todos los países miembros de la Unión Europea deberán adherirse a lo que se denomina Responsabilidad Extendida del Productor, que tiene como objetivo sensibilizar a los productores de cajas en cuanto a los materiales usados y a los consumidores finales sobre su correcta eliminación y reciclaje.



LO QUE DISPONE EL DECRETO 852/2018

La citada directiva (contenida en el Decreto Legislativo 116/2020) prevé la entrada en vigor de la asì denominada “Responsabilidad Extendida del Productor”, término derivado del inglés Extended Producer Responsibility, y abreviado con la sigla EPR.

De acuerdo con el texto de la directiva, los productores deberán adherirse a la EPR a fines de 2024 para tratar de cubrir por completo los costos relacionados con el reciclaje y la eliminación correcta de las cajas utilizadas para embalar los productos.


Citando la directiva:

"La aplicación de regímenes efectivos de responsabilidad ampliada del productor puede tener un impacto ambiental positivo al reducir la producción de residuos de envases y aumentar la recogida selectiva y el reciclaje de esos residuos".


Por lo tanto, es claro que la responsabilidad de los productores comienza en el mismo momento en que se fabrican los envases; los países de la Unión Europea deberían fomentar el uso de biomateriales (o en todo caso de materiales aptos para el reciclaje múltiple) y, en caso de que sea imprescindible el uso de envases desechables, asegurar su correcta eliminación.

Del mismo modo, cuando dichos envases se convierten en residuos, los países europeos deben ser capaces de proporcionar servicios adecuados que permitan gestionarlos de manera que no causen daños al medio ambiente.

Por todas estas razones, la piedra angular de la directiva es la obligación de todos los países europeos de adherirse a la EPR para garantizar que los costes relacionados con la recogida, el transporte y la eliminación de residuos de envases estén cubiertos al 100% (así como los relacionados con la comunicación e información sobre estas directivas a los consumidores finales).


¿CUÁLES SERÁN LAS OBLIGACIONES PARA LOS FABRICANTES EUROPEOS?

En primer lugar, es necesario subrayar que son considerados "productores" todos aquellos que colocan y comercializan en el mercado local envases que contienen bienes que luego se convertirán en residuos. Es justo recordar que también se consideran como tales los envases secundarios, es decir, los que se utilizan para enviar el producto al consumidor final.

Hasta la fecha, hay dos países europeos ya afectados por la legislación: Francia y Alemania. Por lo tanto, estos países tienen la obligación de unirse a una de las muchas asociaciones locales dedicadas a la eliminación de residuos de envases (CITEO para Francia y LUCID para Alemania, solo por nombrar algunas) para obtener el código único que se necesitará cuando los productores locales decidirán poner en el mercado uno de los productos afectados por la legislación.

Para el 2024, todos los países europeos se verán afectados por esta legislación.


¿QUÉ SE NECESITARÁ HACER EN CONCRETO?

Para asegurar el cumplimiento de los objetivos marcados en la directiva, los estados europeos deberán tomar todas las medidas necesarias para implantar sistemas de recogida, reciclado o valorización de los envases usados (incluidos los producidos por el consumidor final) que permitan para que sean manejados de manera adecuada sin causar daños al medio ambiente.

Por este motivo, cada país puede valerse de la colaboración de consorcios (privados y no privados) o de las administraciones públicas competentes dedicadas a la recogida y reciclado de estos materiales, respetando sus modalidades de funcionamiento o las tarifas previstas para el acceso a determinados servicios.

Así podrán obtener el código único del que ya hemos hablado en el párrafo anterior que les permitirá colocar cualquier tipo de producto en el mercado.


OTRO PUNTO IMPORTANTE: LA INFORMACIÓN

Para reducir el impacto de los residuos en el medio ambiente, es importante que los consumidores finales también estén informados sobre el uso de los envases reciclables o reutilizables; de esta manera se podrá sensibilizar sobre este tema tan importante, contribuyendo así a la expansión del sector relacionado con el reciclaje de residuos de envases y favoreciendo así su correcta eliminación.

Asimismo, para fomentar el aumento del uso de envases reutilizables por parte de las empresas, los estados miembros de la Unión Europea pueden adoptar medidas particulares como: incentivos, fijación de objetivos cuantitativos y diferenciación de las aportaciones económicas tras el uso de este tipo de envases.


LAS VENTAJAS PARA EL MEDIO AMBIENTE

No cabe duda de que la gestión de residuos en Europa debería mejorarse y gestionarse de forma más consciente para garantizar una mejor calidad del medio ambiente que nos rodea, ya en gran medida comprometido por el desarrollo tecnológico e industrial de los últimos años. Además, los costes de limpieza relacionados con la eliminación de los residuos dispersos constituyen una carga económica innecesaria para la sociedad.

Con esta directiva, las ventajas para el medio ambiente serían considerables: Europa pretende promover los principios de la economía circular para alargar el ciclo de vida de los productos y fomentar su uso compartido, reutilización y reciclaje, con la consiguiente reducción de la cantidad de residuos que acabaría dispersándose en el medio ambiente.

Además, dado que la reutilización de dichos materiales permitiría promover una bioeconomía sostenible, podría contribuir a reducir la dependencia de la Unión Europea de la importación de materias primas de otros países.

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